jueves, 19 de noviembre de 2009

Jugar y aprender. Van juntos?

En este trabajo que tengo en la creación y venta de materiales didácticos, me he encontrado con una serie de personajes que realmente siempre me dejan pensando.
Como es posible que una directora de Jardín de Infantes o de la Escuela Primaria me aseguren, con total certeza que el juego es para el recreo, porque de otra manera no sirve mas que para que el chico corra y salte.
Yo quisiera saber si nadie les explico que mediante ese correr y saltar, gritar y atrapar a sus compañeros en un "Poliladrón" el chico está aprendiendo. Y... que seguramente esos conocimientos quedaron mejor grabados en su cabecita que la Capital de la República Argentina es Buenos Aires (aún habiendolo repetido más de diez veces).
Basandome en todo esto quería invitarlos a todos, padres, docentes, abuelos, tíos y por supuesto a mis queridos Niños a que empecemos a aprender de otra manera. Una manera quizá menos ortodoxa que la habitual, pero creo a mi parecer, bastante más provechosa.
Con respecto a lo dicho anteriormente los invito a leer y debatir el artículo de la Psicóloga Irene Martinez Zarandona.
Teoría de Jean Piaget acerca del Juego Simbólico y la importancia de la palabra y el pensamiento en el desarrollo del niño.
Si el niño jugando con su cuerpo y con los objetos desarrolla sus habilidades físicas y logra formar con la práctica las huellas mentales de su experiencia, pronto hará de estos conocimientos su propio motivo de juego.Recordemos como alrededor del año repite acciones en momentos que no son los habituales, por ejemplo, acostarse para hacer como si fuera a dormir, usar la cuchara como si fuera a comer, las cuales pueden ser consideradas el nacimiento de conductas simbólicas, es decir son la representación de un hacer algo como se da en la vida cotidiana, pero jugando. Estas son conductas que hablan de una transición del Juego de Ejercicio, al Juego Simbólico.El Juego Simbólico surge alrededor del año y se prolonga en una primera etapa hasta los 4 años, es ya un juego propio de los humanos, porque en los animales sólo podemos distinguir el juego de ejercicio puro.En el Juego Simbólico Piaget distingue también varios estadios y tipos que evolucionan y que es común que se sobrepongan unos a otros, pero en los que puede percibirse la evolución del desarrollo mental, afectivo y social del niño.
1. Después de las conductas en que el niño “juega a hacer”, empieza a proyectar estas acciones a objetos nuevos, les atribuye sus propias conductas y generaliza la acción, por ejemplo si en la etapa anterior hacía como que dormía, ahora hace como que su oso duerme o hace como que la muñeca camina o llora, situaciones que identifica en sí mismo, pero que ahora juega a que otros las hacen.
2. En esta época Piaget menciona un tipo de juego que es complementario al anterior y que consiste en la imitación de conductas que el niño ve en los otros. Estas acciones las observa y las copia, todos recordamos al niño que ladra como el perro, hace el gesto y la sonrisa como mamá, lee el periódico como papá, etcétera. Ambos tipos de juego consisten en aplicar su experiencia propia o imitada a objetos nuevos y viceversa. Este ir de la conducta concreta a la conducta “como si”, es el inicio de la simbolización, determinante como la característica humana por excelencia, el lenguaje. Porque realizar una conducta que “significa algo” en otro momento, lo prepara para poner una palabra (símbolo), en el lugar de un objeto, una persona y una acción.La simbolización es la relación entre un objeto, persona o acción tangibles en un plano imaginado. La simbolización se da cuando un niño logra tener una representación mental de los objetos, aun cuando se hallan ausentes, punto culminante y determinante de lo que es pensar.La función simbólica del juego enriquece el placer del ejercicio y la imitación de conductas le ayuda a la realización de deseos, la compensación ante las frustraciones y la posibilidad de repetir las experiencias que le deja la vida
3. Otro tipo de juego que podemos observar en los niños alrededor de los dos años, es el traspaso de características o acciones de un objeto a otro, es decir ya no es su experiencia directa, sino la de otro la que representa en un objeto nuevo. Por ejemplo toma una piedra y dice que es un perro y lo mueve como un perro, toma un bote y dice que es un biberón y se lo da a la muñeca, toma su oso y dice que lee el periódico como papá, toma su muñeca y dice que sonríe como mamá.4. En la evolución del juego infantil podemos descubrir un tipo de juego que prolonga y supera el adelanto antes descrito de imitar acciones de otros y que es la imitación de los otros, pero sin que ellos estén delante, por ejemplo actúa como la tía, o imita al mecánico, no sólo lo que hace sino que juega a ser el otro. Copia el objeto evocado simbólicamente, lo cual implica un paso más en el manejo simbólico del pensamiento.
Es importante detenernos en este momento de la evolución del juego para ver claramente su función, el niño no copia o imita mecánicamente, sino que asimila al otro y juega a que es el otro. Actúa “como si fuera el otro”, entrelazando plenamente realidad y fantasía.Alrededor de los dos años comienza a utilizar el lenguaje y a decir en vez de hacer, anuncia la acción verbalmente antes de hacerla. Es un gran paso lograr el esquema simbólico de las acciones y las palabras, pues el niño empieza a jugar también con las ideas como lo hace con sus músculos y sus acciones. Porque lo que es juguete para el ejercicio motor, lo es el símbolo y la palabra para la imaginación.Y en su mente se estrenan las palabras que nombran cosas y seres y con estas palabras hace malabares y destrezas y pronto construye frases que son simiente de su lenguaje interior, es decir su pensamiento.
A través del símbolo convertido en palabras el niño empieza a evocar las cosas, a nombrarlas y a expresar sus deseos e intereses en su diaria interacción con el medio ambiente en el que vive, a través de su juego. Y se hace experto en la representación de la vida jugando a la comidita y a la mamá, a los coches y a los vaqueros. Las implicaciones de estas nuevas adquisiciones a través del juego simbólico son múltiples, valiosas y variadas. A partir de este momento y hasta los 4 años aproximadamente, el juego se hace cada vez mas complejo utilizando y jugando con las palabras, imitando y representando a las personas y animales, jugando con lo real y lo imaginario.

Una de las funciones del juego en esta primera etapa del juego simbólico, es reproducir la realidad a placer como él quiere que esta sea, corrigiéndola conforme a sus deseos, usando el inconmensurable don sólo dado a los humanos de reproducir la vida modificándola, a través de la imaginación.
Las representaciones que el niño hace en el juego al evocar lo vivido, lo imitado y lo aprendido, posteriormente con el dominio del lenguaje son verbalizadas al mismo tiempo que actuadas. Y el cuenta en el juego y juega contando y puede adelantarse a los hechos diciéndoles y diciéndolos puede efectuar los hechos.
Con el Juego Simbólico él desarrolla diversas combinaciones de acciones, ideas y palabras y poco a poco enriquece su experiencia no sólo con su destreza corporal, sino también con múltiples juegos vocales, frases, descripciones y cuentos elaborados a su voluntad.

Por todo lo expuesto, y esto dicho desde el humilde lugar de mamá, volvamos a jugar con nuestros hijos y demostremosles en el día a día que todavía no perdimos ese NIÑO que todos debemos llevar dentro para volver a disfrutar de las cosas sencillas de la vida.
Después de todo... crecen taaannnn rápido!!!!

1 comentario:

Nos gustaría que nos cuentes que te parece el blogg. Desde ya muchas gracias.